El Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias pone un énfasis prioritario en la detección temprana como el primer paso fundamental para prevenir situaciones de riesgo suicida. Incluye directrices para que el personal educativo, especialmente los tutores y orientadores, identifiquen señales de alerta como cambios significativos en el comportamiento del estudiante, aislamiento social, comentarios relacionados con el suicidio o autolesiones previas. Se recomienda realizar observaciones continuas en el entorno escolar, entrevistas individuales con el estudiante y una comunicación activa con las figuras parentales. Además, la detección temprana implica la capacidad de identificar factores de riesgo contextuales, como el bullying o problemas familiares, que puedan agravar la vulnerabilidad del alumnado. Esto refuerza el compromiso de las instituciones en brindar un soporte integral y continuo para evitar desenlaces adversos. Fuente:
Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.