En el ámbito educativo, los agentes principales incluyen al orientador/a, quien lidera la detección y valoración del riesgo, y a la dirección del centro educativo, encargada de coordinar las acciones institucionales. También participan la persona coordinadora para el bienestar y protección del alumnado, el tutor/a, la jefatura de estudios y miembros del equipo de gestión de convivencia. En centros con enfermería escolar, este profesional también forma parte del equipo. Su actuación se centra en garantizar la protección del alumno/a en riesgo y coordinarse con otros agentes, como profesionales de la salud y servicios sociales, para ofrecer una atención integral. Fuente:
Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.