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El protocolo establece que toda la información relacionada con el caso debe manejarse con estricta confidencialidad. Solo el equipo implicado directamente en la intervención tiene acceso a los datos, y se requiere autorización expresa para compartir información con otros agentes. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
El protocolo fue desarrollado mediante una metodología colaborativa e intersectorial. Participaron profesionales de las Consejerías de Sanidad, Educación y Bienestar Social de Canarias, formando subgrupos de trabajo especializados en distintas áreas. Cada subgrupo contaba con un/a coordinador/a que comunicaba los avances a la coordinación técnica. El proceso incluyó revisiones externas por parte de expertos en salud mental y una revisión jurídica para garantizar el cumplimiento ético y legal. La versión final del protocolo fue consensuada por todos los participantes, asegurando su adecuación a las necesidades educativas y sanitarias. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
El protocolo promueve reuniones informativas con las figuras parentales, la entrega de guías específicas sobre cómo actuar en el hogar, y la colaboración en el diseño de un plan conjunto que asegure la continuidad de las medidas preventivas y de seguimiento. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
El protocolo establece medidas inmediatas de prevención para garantizar la seguridad del alumnado mientras se realiza la valoración del riesgo suicida. Estas incluyen evitar que el estudiante permanezca sin supervisión, especialmente en momentos como recreos o desplazamientos; establecer vigilancia en áreas como el comedor o transporte escolar; limitar el acceso a medios letales; y notificar cualquier ausencia injustificada a las figuras parentales. Estas medidas buscan reducir riesgos mientras se evalúa el estado del alumno y se activa la coordinación con servicios de salud mental. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
El cierre del protocolo se decide en consenso entre el centro educativo y profesionales sanitarios. Debe transcurrir un mínimo de tres meses desde la activación, salvo excepciones como la valoración inicial de riesgo nulo. El protocolo debe permanecer activo durante el curso escolar en que se activó, asegurando un adecuado traspaso de información si se realiza el cierre. Esta decisión se basa en la evolución del alumno y el consenso con las figuras parentales. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
En situaciones especiales como acoso escolar, violencia de género o riesgo de maltrato infantil, el protocolo recomienda activar los procedimientos específicos correspondientes. Además, en casos relacionados con uso inadecuado de redes sociales, se sugiere informar a las familias y, de ser necesario, denunciar a las autoridades. Estas medidas garantizan una respuesta integral, protegiendo al alumno y abordando las circunstancias subyacentes que pueden contribuir al riesgo suicida. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
El plan individualizado se diseña tras la activación del protocolo y responde a las necesidades específicas del estudiante. Incluye objetivos claros, medidas inmediatas de seguridad, pautas para el seguimiento en el ámbito educativo y coordinación con servicios externos. Es gestionado por un equipo multidisciplinar liderado por el orientador/a del centro. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
La entrevista busca identificar si existe un riesgo suicida y establecer un nivel preliminar de riesgo (bajo, moderado, alto, o inminente). También pretende apoyar al estudiante, proporcionar información relevante para decidir medidas preventivas y derivar al alumno/a al recurso asistencial adecuado. Es realizada por el orientador/a del centro y se fundamenta en preguntas estructuradas y la Escala Columbia. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
La activación institucional del protocolo significa que el centro educativo implementa medidas preventivas inmediatas tras la detección de señales de alerta o riesgo suicida. Estas incluyen la comunicación a la dirección del centro, la realización de una entrevista de valoración provisional del riesgo suicida en el mismo día, y la adopción de acciones como garantizar la supervisión constante del estudiante, limitar el acceso a medios letales, y coordinarse con los servicios sanitarios. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.
La coordinación interinstitucional está compuesta por representantes de las Consejerías de Sanidad, Educación y Derecho Social. Estos profesionales promueven la formación sobre el protocolo, gestionan su implementación y evalúan su efectividad. También se encargan de recopilar datos y proponer ajustes cuando sea necesario. Esta colaboración asegura una respuesta integral y efectiva a las necesidades detectadas en los centros educativos. Fuente: Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.