En situaciones especiales como acoso escolar, violencia de género o riesgo de maltrato infantil, el protocolo recomienda activar los procedimientos específicos correspondientes. Además, en casos relacionados con uso inadecuado de redes sociales, se sugiere informar a las familias y, de ser necesario, denunciar a las autoridades. Estas medidas garantizan una respuesta integral, protegiendo al alumno y abordando las circunstancias subyacentes que pueden contribuir al riesgo suicida. Fuente:
Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias.